Conversamos con los superintendentes de nuestras centrales hidroeléctricas Carhuaquero y Cañón del Pato para conocer las acciones que se tomaron frente a la anomalía climática del ciclón Yaku que vivimos en 2023.
¿Qué acciones de prevención tomaron ante la coyuntura de temporada de lluvias y puntualmente por el evento Yaku?
Yaku fue un evento diferente, fue un fenómeno focalizado, donde las precipitaciones se concentraron en las zonas aledañas a Carhuaquero, afectando a pobladores con más de 50 años en la zona, que nos comentaron que nunca habían visto un fenómeno como este.
Desde Operaciones, en coordinación con la dirección del área, nos mantuvimos en constante comunicación para informar sobre la situación, en tiempo real, tanto del personal como la parte operativa de la planta, reportar posibles daños e identificar las necesidades urgentes.
Este evento nos permitió conocer algunos puntos a reforzar, invertir en obras auxiliares, crear planes adicionales para puntos estratégicos, así como dotar de nuevas herramientas al personal encargado.
¿Cómo fue la gestión y coordinación interna para atender las situaciones que se presentaron?
Las diversas áreas de la compañía, junto con superintendencia de planta y los equipos de trabajo articulamos un trabajo eficiente en equipo.
Pudimos brindar soporte logístico, recursos, maquinarias y equipos para superar la emergencia, destinados a 4 objetivos:
Habilitar vías de accesos interrumpidos.
Recuperación de la Bocatoma afectada por Yaku.
Recuperación de agua de refrigeración para la operación.
Suministrar agua al campamento y la población de Huallanca.
Tras el intenso trabajo, recuperamos la normal actividad de la planta en un tiempo récord de 12 días, frente a la magnitud de los daños causados por el ciclón Yaku en la zona en donde se ubica la operación de Cañón del Pato.