Durante la pandemia de COVID-19, la educación enfrentó retos significativos debido a la restricción de la interacción presencial entre docentes y alumnos. Fue en este contexto que descubrimos el proyecto Kipi, una robot educativa creada por el profesor Walter Velásquez. Este innovador proyecto, que llevaba tiempo en desarrollo, cobró mayor relevancia durante la pandemia, acelerando su implementación para convertirse en una solución crucial en zonas rurales.
Desde Kallpa Generación, reconocimos el potencial de esta iniciativa y decidimos sumarnos para apoyarla, brindando recursos que permitieran a Walter perfeccionar a Kipi. Así, Kipi no solo se convirtió en una herramienta para suplir la ausencia de los docentes durante la emergencia sanitaria, sino también en un complemento educativo capaz de enriquecer el aprendizaje a largo plazo.
Uno de los logros más destacados de esta colaboración fue el desarrollo de Kipi 2.0, una versión mejorada de la robot que fue distribuida en las comunidades vecinas a la operación de la Central Hidroeléctrica Cerro del Águila. Además, el proyecto dio lugar al desarrollo del Kipi Libro y muchos otros avances que reflejan el talento y la vocación de Walter Velásquez. Todo esto se logró gracias a un trabajo conjunto entre Walter y Kallpa Generación, consolidando esta iniciativa como un referente en innovación educativa.
Hoy, Kipi no solo acompaña a los alumnos en su proceso educativo, sino que también representa un ejemplo de cómo las alianzas estratégicas entre la empresa privada y las iniciativas locales pueden generar proyectos sostenibles con impacto social.
En Kallpa Generación, seguimos comprometidos con fomentar estas alianzas que promueven la gestión social compartida, apoyando y motivando a quienes impulsan el cambio desde las propias comunidades. Kipi es un claro ejemplo de que juntos podemos construir soluciones innovadoras y sostenibles para transformar la educación en el Perú.